De SIMÓNIDES (griego)
Cuando el arte del sabio Praxíteles
Me animaba, a su amor para Lucina
Eran no más sus pensamientos fieles;
De su obra orgulloso,
A su deidad fue luego presentarme.
No bien me vio la ingrata, al fin rindióse.
Oh mortales, mis dardos tan crueles,
Los que obligan a amar no son tan sólo:
Puede tanto el pincel de Praxíteles.
Versión de A. LASSO DE LA VEGA (español)
No hay comentarios:
Publicar un comentario