Deja que venga solo, deja que venga piano,
alegre, doloroso, como quiera venir...
que arome de silencios tu corazón cristiano
y pueble de luceros tu noche de zafir.
¡Pero nunca te empeñes en forzar el arcano!
Amor es un tesoro que cae de la mano...
Es arpa de los cielos que la tendrás que oír.
Deja que venga solo... Que llegará en un día
de sorpresa inefable para mi corazón,
cuando traigas del valle de tu melancolía
humedad en los ojos y en los labios canción.
¡Pero nunca te empeñes con sutil porfía!
...Amor vendrá de suyo como un Avemaría
a tu madrugadora campiña de ilusión.
JOSÉ MARÍA EGAS (ecuatoriano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario