POEMA EQUIS
Te espero sobre la misma puerta,
en la distribución de las sonrisas
pongo mi mano abierta.
Te espero sobre la rendición de las manzanas,
en el camino de nuestras soledades,
en las horas de todas las mañanas
pongo tu cuerpo y tus miradas.
Tú vuelves
como un viento amarrado a su destino
como regresa el paso
cuando acaba el camino.
Hoy he visto tu voz en mis papeles
mi desesperación en las noticias
y he mirado los sobres en que sueles
viajar cada semana hasta mis manos.
Hemos sido
batalla de la mala distancia
y ahora vienes
como vuelve la luz hasta una estancia
por años clausurada.
Fruta en resurrección,
tiendo mi mano desde las raíces
hasta tu aparición
como un ala que envuelve tu llegada.
Todo estará en su sitio,
mi sangre con la tuya, mi lanzada,
el paso que tuvimos no ha cambiado,
el beso se sostiene sobre su lento fuego
y el llamado
aquel que hizo el llanto y la victoria
se ha quedado
vigilando de pie
como la sombra de las doce del día.
Hoy te pienso
libertadora de mi gran silencio
libertadora mía,
y me hundo en tu llegada
como se hunde
una pavesa en una llamarada.
ÓSCAR HERNÁNDEZ MONSALVE (colombiano)
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